En un Perú azotado por una severa crisis política y social durante los años 90 y con un Estado con escasa –en ocasiones nula– presencia en las zonas más alejadas, el programa Salud para el Desarrollo de Solaris nació para promover el derecho a la salud de las familias más pobres del país. El objetivo de esta iniciativa fue la producción de servicios que se adecuaran a las necesidades de cada población.
En ese complejo panorama, la atención primaria de la salud era un modelo más cercano a la fantasía, pues si bien existía, su nivel de operatividad era ínfimo. Ante esto, Solaris tomó un rol habilitador de procesos: intentó acercar a las organizaciones y la población para elaborar estrategias de salud comunitaria y llegar a los proveedores de servicios. El fin fue fortalecer sus endebles programas de prevención y promoción sanitaria.
Solaris trabajó 15 años en atención primaria de la salud y pese al complicado contexto, logró aportes en reducción de desnutrición crónica infantil y morbilidad (enfermedad) materna e infantil. Los hallazgos se tradujeron en datos para obtener resultados favorables en otras zonas del país.
VUELTA DE TUERCA
En 2010, con un Perú democrático, descentralizado y en un auge económico que se refleja en el sector salud en 7.000 centros de salud de primer nivel de atención, Solaris tomó un rol facilitador de procesos, que articula a los productores de servicios públicos para mejorar su trabajo y que los beneficiarios reciban apoyo eficiente, eficaz y con un adecuado estándar de calidad.
Así, el proyecto pasó a llamarse programa Gestión Pública Sanitaria Local, con un enfoque que se sostiene en tres pilares:
• Gestión de desarrollo territorial
• Gestión para resultados de desarrollo
• Factores determinantes de desarrollo
Con este enfoque, Solaris propuso una conexión entre el Ministerio de Salud (Gobierno central), las Direcciones Regionales de Salud (gobierno regional) y los gobiernos centrales para atender con mayor eficacia y precisión en los programas de salud.
HACIA UN NUEVO MODELO
De la mano de otras organizaciones, Solaris impulsó el fortalecimiento del primer nivel de atención de salud. Su propuesta se sustentó en la mejora de gasto e inversión para agilizar la llegada de los servicios a las comunidades. Se propuso un modelo atención integral de salud que destaque la promoción de la salud y la prevención. Apurímac, Cusco y Puno fueron las regiones escogidas para iniciar el Proyecto Fortalecimiento del Primer Nivel de Atención en Salud (FPNA).
En el corto plazo, la iniciativa de Solaris apuntó a ordenar el marco jurídico, así como mejorar los procesos de gestión y financiamiento del primer nivel de atención. En el mediano, elaboración de guías para que el modelo esté operativo y que los fondos públicos sean ejecutados de forma eficaz. La reducción de la desnutrición crónica infantil y la morbilidad materna neonatal serán el resultado de haber logrado los objetivos mencionados.
UN CAMINO COMPLEJO
Combatir la desnutrición crónica infantil y la morbilidad materna neonatal es un complejo problema sobre el que ha habido mejoras importantes, pero no sostenidas. Uno de los principales inconvenientes es que los grupos más vulnerables permanecen sin acceso a los beneficios de los programas de salud.
Es por ello que el FPNA advierte sobre el peligro de un enfoque en la rehabilitación antes que en la prevención y reducción de riesgos. La recomendación es que el Minsa priorice el primer nivel de atención y que los gobiernos regionales promuevan el acercamiento de las poblaciones mediante campañas promocionales y preventivas.
Sobre el gobierno local recae la tarea de impulsar el primer nivel de atención mediante recursos técnicos y presupuestales, pues es la forma más directa de obtener resultados positivos.